Wednesday, November 08, 2006

A orillas del Río Bravo me senté y oré

Tal y como estaba planeado, el Lunes 6 de Noviembre a las 6 de la tarde, el pollero se comunicó a casa de Norma y su familia para solicitarle que me llevaran a un punto estratégico donde él me recogería para llevarme a Nuevo Laredo Tamaulipas ciudad fronteriza con Laredo Texas.

De inmediato Nico tomó su auto y con Norma e Iván nos dirigimos hacia el lugar indicado por el pollero.

A los pocos minutos llego y tomamos la carretera hacia la Ciudad de Nuevo Laredo.

Eran las 9 de la noche cuando llegamos a un motel de la ciudad y ahi se me ordenó permanecer hasta el día siguiente que intentariamos cruzar la frontera.

Al dia siguiente y muy temprano fue el pollero hasta mi habitación para decirme que ya era hora de partir hacia los Estados Unidos.

Nos subimos a su camioneta y llegamos hasta un estacionamiento cercano al Río Bravo.

Se nos ordenó permanecer en la unidad mientras el hacía algunas llamadas.

Digo se nos ordenó, porque aparte de mi iba una chica que su destino era Indiana.

Haciendo caso omiso a las indicaciones del pollero, bajé de la unidad y me dirigí a las orillas del Río Bravo.

«Justamente a las orillas del río, había una banca de madera donde me senté y oré.»

De la manera mas humilde, le pedí a Dios que me cuidara y a la Santísima Virgen que iluminara mi camino hacia un nuevo destino.

Luego, aproveché para pasar a una tienda, compré una soda y unas galletas.

En ese momento ya me estaba buscando el pollero.

Se nos dió algunas indicaciones de ultimo momento y por razones de seguridad no daré detalles sobre la manera en la que cruzamos la frontera.

Es suficiente con decirles que no nos mojamos ni la punta del dedo del pie derecho y que sólo nos llevo algunos minutos hacerlo.

Minutos después, ya estábamos en la ciudad de Laredo Texas confundiéndonos con los transeuntes que a esas horas de la madrugada empezaban a realizar sus compras.

Luego, el pollero se nos acerco para decirnos en que lugar deberiamos comprar los boletos del autobus que nos llevaría a la ciudad de San Antonio Texas.

Sin ningun contratiempo, bastaron 2 horas para que mis ojos observaran con gran asombro la imponente ciudad norteamericana.

En todo momento estuvo con nosotros el pollero, nos sentimos seguros.

Al llegar a la central, esperamos un poco y fuimos recogidos por otro contacto quien nos condujo a una casa de seguridad en algun punto de la ciudad.

Durante el trayecto, el pollero realizó varias llamadas y contacto a las personas que harían el pago del dinero restante por nuestro translado.

En mi caso, mi tío contestó la llamada y se comprometio a liquidar los 1100 dólares que aun restaban del pago total de 2000 dólares.

Mientras se realizaban estos tramites, fuimos a comer a un restaurante de comida mexicana donde no hubo límites al momento de ordenar nuestra comida.

Comimos muy rico y luego nos dirigimos a la casa de seguridad donde esperariamos la liberación del pago y asi pudieron entregarnos en las direcciones indicadas.

2 horas después, mi tío se comunicó con el pollero para decirle que ya habia realizado la transferencia y le dió la clave de acceso para que cobrara de inmediato el dinero.

En ese momento, el pollero que nos habia recogido en la central de autobuses me llevó hasta la casa de mi amigo no sin antes cobrarme 30 dólares mas argumentando que estaba muy lejos, que era en la periferia de la ciudad de San Antonio.

Eran aproximadamente las 8 de la noche cuando fui recibido por mi amigo Héctor en su casa quien ya estaba muy preocupado por que segun yo le habia dicho que llegaría a su casa el día anterior (lunes 6).

Esa noche charlamos un poco, mientras acondicionabamos un cuarto para mí a un costado de su recámara.

Me di una ducha en su jacuzzi, tomé agua fresca y me dispuse a dormir.

Hoy por la mañana, fuimos a desayunar a Mc Donalds y de ahí mi amigo se fue a su trabajo que estaba justamente enfrente de esta franquicia norteamericana.

Al poco tiempo, llegó una amiga de ellos con su esposo y nos invitó a ir de compras.

La verdad me la he pasado muy bien, fuimos varias tiendas y pasamos a comprar viveres para la comida.

Justo ahora, estoy a punto de disfrutar de un delicioso caldo de pollo con verduras y sopa de arróz que esta amiga esta preparando en la cocina.

Por cierto, durante el viaje de compras nos enteramos que en cierto establecimiento estaban solicitando un ayudante, por lo que pedí una solicitud para llenarla y probar un poco de suerte.

Hasta ahora, las cosas pernanecen en calma...

Ya estare informándoles sobre cualquier cambio que pudiese suscitarce en torno a la realización de mi Sueño Americano.

Un abrazo para cada uno de ustedes y gracias por sus oraciones.

Regreso...

*P.D. Disculpen las faltas de ortografía, pero es un teclado configurado para escribir en inglés y los acentos y las letras 'ñ' cuesta trabajo encontrarlos.