Thursday, November 02, 2006

Una vez más Dios interviene...

El día de ayer por la tarde, me dediqué por completo a buscar los medios alternativos para agilizar el proceso de mi Sueño Americano.

Desde hace mucho, tengo un tío viviendo en los Estados Unidos y cada que lo veía me decía "...cualquier cosa que se te ofrezca, sólo llámame."

Él se llama Juan Carlos Ávila Grijalva y se dedica al negocio de los Restaurantes en Houston, Dallas y Galveston en el estado de Texas.

Asimismo, posee dos lotes de autos usados en la Ciudad de Dallas TX con más de 100 vehículos por cada establecimiento comercial. Sus negocios están ubicados en la zona De Dallas–Fort Worth–Arlington para quienes gusten pasar a mirar los autos que mi tío tiene en venta actualmente contando con sistema de crédito y venta de contado para todos sin importar su trabajo, su salario, raza, color, idioma, estado migratorio y documentos en general.

Lo malo de esto, es que jamás se me había ocurrido pedirle su teléfono, creí que nunca iba a necesitar de él. ¡Qué ironía!

Entonces, el día de ayer tuve que realizar varias llamadas de larga distancia con otros familiares hasta que logré conseguir el número telefónido de mi tío Juan Carlos.

En cuanto lo tuve, le llamé de inmediato y lo puse al tanto de la situación.

Me dijo que tuviera mucho cuidado con el pollero, ya que existen en la frontera un sinfín de personas (mafias) que sólo te estafan y te dejan en cualquier parte sin importarles que te suceda después.

Le dije que esta persona era segura, ya que era conocida de Norma y de toda su familia y que además vivía por la zona donde ahora yo me encontraba.

Entonces me dijo que le diera al pollero los 900 dólares que yo tenía y que en cuanto estuviera en los Estados Unidos le llamara para que él depositara en la cuenta de esta persona la cantidad restante ($1 100 dólares).

Entonces y en correspondencia a su amabilidad, le dije que si quería yo le pediría al pollero que me llevara directamente con él para trabajar ahí mismo en alguno de sus negocios y pagarle el dinero que iba a prestarme.

Él dijo que no era necesario, que le diera al pollero la indicación de llevarme a San Antonio con mi amigo Héctor y que él se encargaba de realizar el depósito al pollero justo en el instante que yo estuviera seguro.

Estos acontecimientos, me han devuelto la alegría y una vez más agradezco a Dios su oportuna y divina intervención.

Norma está al tanto de la situación y ya le llamé al pollero hace unos instantes para que me apunte en la lista y sea este fin de semana o a más tardar el día lunes cuando me cruce hacia los Estados unidos.

Pues la felicidad ha retornado a mi vida y creo que estos días que restan para el fin de semana, serán de vital importancia en la consolidación de este proyecto.

El día de ayer por la noche, también recibí una excelente cátedra de parte de Norma y de Nicolás sobre el cómo actuar en la Unión Americana para evitar ser detectado por las autoridades migratorias.

De paso, se me ha intruído por ellos mismos sobre algunas de las reglas que deben seguirse allá para estar más tranquilo y evitarme también algunos problemas con la Policía Norteamericana.

Un sinfín de secretos me han sido revelados por ellos para hacer más segura mi estancia en ese maravilloso país llamado Estados Unidos de América.

Pasando a otro tema...

El día de hoy, Norma está cocinado para la comida un riquísimo "COCIDO", (Caldo de Res con Verduras) muy popular acá en la Sultana del Norte.
*Ya hasta se me hizo agua la canoa, perdón la boca.

Más tarde, iremos al panteón a visitar algunos de sus familiares fallecidos siguiendo las tradiciones de nuestros ancestros y en aras de preservar estas costumbres que nos hacen sentir orgullosamente mexicanos. [+INFO]

Finalmente, yo creo que las personas mueren sólo cuando ya no las recordamos.
Mientras tanto, ellos permanecen en nuestro recuerdo y en un lugar muy especial de nuestro corazón. [+INFO]

¡Por lo pronto, es todo!

Si Dios me lo permite, seguiré informando...